El libro de Leopoldo López “Preso pero libre” es un alegato y testimonio visible en el transcurrir de las páginas, que como notas de su propio puño y letra, este líder de Venezuela escribe desde la cárcel, donde el actual presidente Maduro le tiene preso por su ideología pacifista y democrática contraria al régimen

Portada del libro “Preso pero libre” de Leopoldo López
Portada del libro “Preso pero libre” de Leopoldo López

Desde que se tuvo que entregar a la “justicia injusta”, como él la llama, y ser arrestado y recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, Leopoldo ha sido vejado y maltratado de mil formas en su persona, en su esposa, padres, hijos, seguidores y en su partido Voluntad Popular, tal y como narra en las notas desde la cárcel, transcritas, ordenadas y clasificadas por sus amigos y colaboradores. Los medios de comunicación y redes sociales, también hasta el momento, nos siguen haciendo llegar muchas de estas situaciones.

A Leopoldo López y muchos otros partidarios, son detenidos por ejercer sus derechos a expresarse y realizar sus protestas de forma pacífica, cuando ven día a día la corrupción, persecución, asesinatos, detenciones y reclusiones de forma arbitraria, la escasez, el hambre del pueblo…

Las experiencias negativas vividas y narradas por él en la obra, van desde juicios rápidos en una unidad móvil convertidos en una farsa, la huelga de hambre, el estar apartados de sus hijos pequeños, su familia, la constante intimidación y acoso de los militares escondidos en el anonimato del uniforme y los pasamontañas, los excrementos humanos arrojados por la ventana de la celda, los traslados y decisiones arbitrarias, sin presencia de abogados y defensores…

El deseo de Leopoldo y los opositores a Maduro, pasan por la voluntad de cambio, de una convocatoria, de unos comicios parlamentarios justos y libres, por su propio derecho al voto, el respeto por los derechos humanos, por la libertad de expresión y de protesta pacífica y la lucha unida por un presente más justo y un futuro más prometedor.

Quiero destacar el esfuerzo de Leopoldo y muchos otros presos, por mantener ocupada la mente y el cuerpo con el cumplimiento de un horario diario basado en la constancia, el esfuerzo y la creatividad, para que como él dice: “aunque está preso el cuerpo, el alma se sienta y esté libre”.

Hoy, su esposa Lilian y equipos de colaboradores organizan y luchan por abrir hacia el pueblo necesitado y hambriento un “corredor humanitario” que permita llegar víveres y suministros de primera necesidad. También coordinan y organizan una gran Manifestación pacífica para el 1º de septiembre de 2016, donde todos vestidos de blanco, unifiquen los deseos pacíficos de cambio y muestren al país y al mundo el progreso y respeto a los derechos y valores que añoran.

Mi deseo de que pronto logren la libertad todos los presos políticos venezolanos, para que desde la autonomía y el debate pacífico, trabajen con el pueblo en levantar y reconstruir la Venezuela que todos queremos. Es inmensamente rica en sus personas y recursos naturales, requisitos fundamentales para un progreso asegurado.

Que puedan ser conducidos hacia los espacios democráticos, libres y pacíficos necesarios, esperados y deseados por tantos presidentes, expresidentes, Grupos y partidos internacionales, Asociaciones y Organismos innumerables, que a nivel mundial provocan, solicitan y evocan la libertad, la paz y el progreso para Venezuela, sus líderes y pueblo en general.

Que se pueda mostrar una Venezuela cada vez más parecida a la que conocí hace años, donde las carencias y las dificultades, se solucionen con la cooperación, la colaboración, la vivencia de valores y la ayuda desinteresada de todos.

Que los derechos, los valores humanos, el entendimiento y la comprensión sean cada vez más visibles y palpables en una convivencia armónica y pacífica

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