“Este verano muchos niños se quedarán solos y sin una comida completa al día. Porque sus padres, aunque trabajan no pueden salir de la pobreza”. Este es el mensaje inicial de Educo pidiendo colaboración con “una beca de comedor para este verano”.
Todos recordamos, cómo a raíz de la crisis económica española desde 2008-2009, se abrió la polémica con la llegada del verano, de si abrir los comedores escolares para que al menos a los niños y niñas se les garantizara una comida diaria. Esta era una de tantas manifestaciones de la llamada entonces pobreza infantil, afectando no sólo a los menores, como los más vulnerables, sino también al resto de la familia. La crisis se manifestaba también en problemas relativos a la vivienda, los desahucios, el desempleo, los bajos ingresos familiares, la imposibilidad de que los menores participen en actividades extraescolares o de ocio, etc. (González-Alonso y De Castro-Hernández, 2016).Seguir leyendo