Un trozo invisible de este mundo ha conseguido cuatro de la seis recomendaciones a los Premios Max de las Artes Escénicas. La revelación teatral de Juan Diego Botto es imponente. Con buenas críticas de prensa y espectadores nos trae la inmigración y el exilio de forma natural, sin paños calientes, tal cual es.
Juan Diego Botto autor y actor junto a Astrid Jones narran a través de cinco historias reales, algunas de las situaciones y posiciones que los medios nos traen: la del policía, el inmigrante, la mujer subsahariana; el joven y el hombre exiliado político.
Con ironía, humor y drama la obra refiere la tristeza y soledad, la lucha constante, el esfuerzo, las ganas de vivir juntos, las pérdidas, las heridas…
Cinco personajes en una pieza que aborda con ironía, humor y drama dos temas que se tocan, que se confunden y rozan: el exilio y la inmigración. Sin paternalismos, sin condescendencia y sin tópicos, esta obra trata de poner nombre y apellidos a aquellas personas que a menudo solo conocemos a través de las cifras y estadísticas de los titulares de prensa.
Un trozo invisible de este mundo es una obra muy recomendada para ver y sentir, lo que los medios nos traen a diario y nosotros nos vamos acostumbrando. El diálogo entre las culturas y las personas que las forman, el conocimiento mutuo, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, el esfuerzo, el compartir, la convivencia… son algunos de los valores que se pueden percibir para favorecer la INTERCULTURALIDAD como gran apuesta de enriquecimiento en nuestro siglo.
Se trata en definitiva, de una obra teatral muy digna de ver y analizar como recurso para individuos y grupos que buscan crecer y transformarse como personas y comunidades que conviven intercultural y pacíficamente.
